Page 40 - Revista científica HMVM ::: Hospital General de Agudos "Magdalena V. de Martínez"
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        ARTICULO 7



                     EL LUGAR DEL ANALISTA COMO LECTOR DE LA URGENCIA



                                              LIC. PROF. INÉS TOMÉ



                                              Psicóloga de Guardia HMVM
                                     Docente de la Cátedra “Clínica de la Urgencia” UBA.
                           Miembro de la Comisión de Urgencias del Colegio de Psicólogos. Distrito XV.

                                                        




              La urgencia golpea  la puerta del  hos-             Ya sostenía Jacques Lacan que se trata-
       pital, la urgencia se presenta como un golpe,  rá de “aprender a leer en lo que se oye” (Se-
       eso que irrumpe, que discontinúa, que marca  minario 20).  Para pensar entonces en el lugar
       un antes y un después y se presentifica como  del analista como lector, lector de la urgencia,
       insoportable.  Varias definiciones de la urgencia  me acerco a una definición de Roland Barthes
       localizan ese punto: “lo real como lo imposible  quien sostiene “el lector es el espacio mismo
       de soportar para un sujeto al que nada divierte”  en el que se inscribe, sin que se pierda ni una,
       según Jacques Lacan, “la urgencia como rup- todas las citas que constituyen una escritura.”
       tura aguda, quiebre en la cadena significante,  El analista entonces invitará al paciente a ha-
       quiebre en la homeostasis que sostenía la vida  blar, a tomar la palabra, para tomar de su tex-
       de  un sujeto”, “quiebre con los lazos, con el  to, alguna cita que permita ubicar al sujeto de
       pensamiento, con el propio cuerpo” (Sotelo),  la  la enunciación, dejando de lado aquellas citas
       urgencia muestra ese punto donde “la trama se  que nada dicen, es decir, la palabra vacía.
       presenta des-entramada”, algo queda “suelto,               También  dirá  el  autor,  “un lector  es  un
       a la deriva… una deriva de sentido que habrá  hombre sin historia, sin biografía, sin piscología,
       que volver a encauzar.”  Allí donde “lo simbóli-    él es tan solo ese alguien que mantiene reuni-
       co no alcanza para recubrir el acontecimiento”  das en un mismo campo todas las huellas que
       (Belaga).  La urgencia no necesariamente que-       constituyen el escrito.”  Podríamos pensar aquí
       da del lado de lo grave, puede ser algo nimio,  en el concepto de abstinencia del que hablaba
       sutil pero que aun así revela ese punto de en- Sigmund Freud, ahí donde es necesario que el
       cuentro con lo real.                                analista deje de lado todos sus prejuicios, y se
              Me interesaba pensar cómo es que algo  disponga a escuchar desde un lugar vacío, des-
       queda desleído en la urgencia, allí donde no hay  de el que causa el decir.
       sujeto, donde tambalea el fantasma (del lado de            El analista se ve invitado a leer lo disrup-
       la neurosis), o donde aparece el desencadena-       tivo que acontece, ahí donde “toda consulta
       miento o desestabilización en la psicosis.          tiene  un punto de  urgencia”  (Inés Sotelo),  es
              Pero cuando el paciente llega al hospital,  decir, empuja a alguien a la consulta misma,
       podemos pensar que alguien ya leyó la urgen- como puede suceder en la guardia, cuando el
       cia ahí.  O el familiar que lo trae, o en Juez que  discurso analítico asoma, y parece tener lugar
       interviene  con  el  oficio  judicial,  o  el  paciente  en el territorio médico, en ese lugar marginal
       mismo, o el médico que realiza la interconsulta.   que nos deja a veces también solos y en urgen-
       Algo se hace escuchar, en sus diversos modos  cia a nosotros mismos, aunque sin duda habrá
       de presentación.  Y se invita al analista a partici-  que hacer lectura también, para poder correrse
       par, a intervenir, también como “lector”.           de ahí.
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