Page 43 - Revista científica HMVM ::: Hospital General de Agudos "Magdalena V. de Martínez"
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REVISTA CIENTÍFICA HMVM                            43

problemático de sustancias, debido a discrimi-     fáctico, comprobable, conocido, es que las mu-
naciones de género, lo cual repercute en su        jeres sufren mayores dificultades y reciben me-
menor probabilidad de solicitar atención sani-     nos ayuda en todo el arco que abarca un tra-
taria. Asimismo, respecto de las que inician, un   tamiento por adicciones, desde el diagnóstico
estudio de García D. citado en Tajer y Jeifetz     hasta la reinserción social” (USPPA, 2011: 2).
expresa que “en muchos casos, los abandonos        Esto colaboraría en que las mujeres que deci-
del tratamiento por parte de las mujeres tienen    den iniciar un proceso de recuperación encuen-
que ver con factores contextuales relativos a      tren obstáculos en aquellos dispositivos que no
los roles de género tradicionales: deben retor-    pueden contemplar sus particularidades gené-
nar lo antes posible al hogar para cumplir sus     ricas. Asimismo, es importante recordar que “a
responsabilidades domésticas y familiares. Si      partir de finales de la década de los años no-
no se incluyen estos factores, puede interpre-     venta, en todas las estadísticas mundiales se
tarse el corto tiempo de tratamiento como ex-      observa un progresivo aumento del consumo
ponente de una escasa motivación o falta de        de drogas por parte de las mujeres. Sin embar-
compromiso de las mujeres con su tratamiento”      go, no hubo una respuesta sanitaria adaptativa
(2010: 319).                                       a este crecimiento y, salvo pocas excepciones,
                                                   se utilizan los mismos medios y tratamientos
  Es interesante ver cómo las personas transi-     acostumbrados, sesgados de referencias y
tan uno u otro dispositivo para el tratamiento de  metodologías para una población adicta casi
su problema con el consumo de drogas, de ma-       exclusivamente masculina” (ídem: 3).
nera diferencial según el género. Al respecto,
un estudio de SEDRONAR (2004) refiere que            A continuación se expondrán dos fragmentos
el 64% de las personas bajo tratamiento por        de investigaciones para ejemplificar cómo ope-
consumo problemático de drogas lo hace de          ran las desigualdades de género en la accesi-
manera ambulatoria. Desagregando dicha cifra       bilidad y permanencia de las mujeres a dispo-
según el sexo, se encuentra que las mujeres        sitivos de salud.
acceden en un 75,6% a tratamientos ambula-
torios, mientras que los hombres lo hacen en         De acuerdo a un estudio de SEDRONAR, “se
un 60,6%. Asimismo, el 11,8% de las mujeres        observa que el 80.9% de los centros aceptan
bajo tratamiento se encuentra alojada en algún     hombres y mujeres indistintamente, en tanto el
establecimiento residencial, en comparación        8.4% acepta solo hombres y el 3.2% exclusiva-
con el 25,4% de los hombres que se encuen-         mente mujeres. Es decir que los varones tienen
tran en estos dispositivos. Sería interesante      mayor oferta de dispositivos de tratamiento que
poder indagar en los procesos que determinan       las mujeres” (2009: 41). Este documento tam-
la elección de tratamientos ambulatorios para      bién expresa que, sobre el total de dispositi-
la amplia mayoría de las mujeres, ya que, al       vos que atienden a mujeres, “el 45.7% de ellos
igual que los abandonos de tratamiento, deter-     acepta mujeres aun cuando estas se encuen-
minarían particularidades en sus procesos de       tran embarazadas o tengan hijos que deban
salud-enfermedad-atención-cuidados.                asistir con ellas a la consulta y/o internación.
                                                   El 19.4% atiende mujeres aún cuando estas se
  Se considera que el ocultamiento que reali-      encuentran embarazadas, pero no acepta la
zan las mujeres sobre su consumo podría ser        presencia de niños durante el tratamiento o la
la contracara del ocultamiento en el campo de      consulta. Asimismo, el 13.3% admite mujeres
las ciencias y la política pública, desde donde    en el tratamiento, pero estas no pueden estar
se “ha ocultado casi completamente la situa-       embarazadas ni concurrir con sus hijos al es-
ción y las necesidades genuinas de las muje-       tablecimiento. Según estos datos, a la menor
res, imponiéndoles diagnósticos y tratamientos     oferta de tratamiento para mujeres, se agrega
diseñados casi exclusivamente para hombres,        que según sea su ciclo vital y condiciones fami-
donde no son consideradas las múltiples di-        liares, las posibilidades de recibir un tratamien-
ferencias biológicas y de género. El resultado     to disminuye” (ídem: 41).
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