Page 42 - Revista científica HMVM ::: Hospital General de Agudos "Magdalena V. de Martínez"
P. 42

42 REVISTA CIENTÍFICA HMVM

izada con usuarias de PBC en C.A.B.A., la cual        consumo problemático -en muchos casos- es
señala que: “Some of the people interviewed,          la puerta de entrada para otras actividades ilíci-
such as Rous, managed to stop consuming               tas y es aquí donde las mujeres tienden a caer
with the support of their partners, and were pro-     de mayor manera en redes de trata y prostitu-
tected by their personal relationships” (Romo         ción como única alternativa para satisfacer su
y otras, 2015: 6). Un estudio de SEDRONAR             consumo o generar mayores ventas” (OPDOP,
refiere que el 25% de las mujeres que iniciaron       2013: 6). También se ha vinculado el consumo
tratamiento fue a partir de la presión ejercida       de drogas a situaciones de prostitución pre-
por familiares y/o amistades. Estas cuestiones        vias, en las que “los proxenetas, que inducen u
podrían dar cuenta de que los grupos de per-          obligan a las prostitutas al consumo de drogas
tenencia de las mujeres pueden servir de sos-         para poder tenerlas sometidas por completo”
tén para iniciar un proceso de recuperación, en       (García del Castillo, 2005: 8).
aquellos casos en que dichos grupos son con-
tenedores. Cuando sus grupos de pertenencia             Estos autores consideran que la vinculación
no tienen esta característica, se vuelven expul-      entre los consumos de drogas y las situaciones
sivos, aumentando el aislamiento social de las        de prostitución/trata perjudica aún más la salud
mujeres y su vulnerabilidad socio-sanitaria.          de las mujeres usuarias, en tanto aumenta el
                                                      riesgo de contraer VIH u otras enfermedades
  Por último, diversos estudios indagan en las        infecto-contagiosas, de sufrir castigos y pena-
estrategias de supervivencia de las mujeres en        lidades por infringir la ley, de que se vulneren
situaciones de consumo problemático. María            sus derechos humanos (como a la libertad, a
Epele afirma que “La participación de las muje-       la salud, a la identidad, la no discriminación,
res en el consumo intensivo de drogas ha su-          entre otros). “Ser joven, mujer y tener escasos
puesto un progresiva implicación en las activi-       recursos, son tres pésimas noticias en nuestra
dades de provisión de recursos y de drogas, en        región. Estas tres características, sumadas a la
muchos casos a través de actividades ilegales         inequidad de género y a la falta de oportunida-
–hurto, robo y participación en la comercializa-      des a lo largo y ancho de América Latina, ha-
ción de drogas–. En el interior de las redes so-      cen que la guerra contra las drogas las trans-
ciales de consumo de drogas, esta progresiva          forme en sus grandes víctimas. Las mujeres se
homogeneidad de género con respecto a las             encuentran cautivas en situaciones bastante
actividades llevadas a cabo para la provisión         similares a las que toman lugar en conflictos
de recursos, no obstante reconoce, en algu-           armados de mayor escala” (OPDOP, 2013: 7).
nos casos, diferencias específicas en el rol que
ellas tienen–por ejemplo, campana o señuelo           3. Acceso a tratamientos
en los robos, almacenaje de drogas, etcétera”
(Epele, 2008: 304).                                     Distintos autores reconocen la existencia de
                                                      un plus de barreras en la accesibilidad y ad-
  Por su parte, Jimena Parga afirma que “los          herencia a tratamientos de salud a usuarias
medios de financiación de las mujeres para ob-        de drogas por su condición de género (Tajer y
tener la sustancia suelen ser menos dañinos           Jeifetz, 2010; Parga, 2010; USPPA, 2011). Ta-
para otros y más autolesivos: ejemplo, la pros-       jer y Jeifetz consideran relevante “estudiar la
titución encubierta o el intercambio de sexo por      equidad de género sobre la adherencia al tra-
droga” (Parga, 2010, 6). Algo similar identifican     tamiento en adicciones, ya que podrían encon-
Romo y otras, en su investigación con mujeres         trarse diferencias allí, considerando entre otras
consumidoras de PBC en C.A.B.A. “Stealing             cosas que el modelo de atención esté adapta-
and prostitution are survival strategies to which     do al paciente más habitual: los varones” (Tajer
all of the interviewees had resorted at some          y Jeifetz, 2010, 318).
point in their lives as users”. (2015, 5). Un infor-
me del Observatorio Latinoamericano de Políti-          Como se mencionara más arriba, las muje-
cas de Drogas y Opinión Pública refiere que “el       res ocultan con mayor frecuencia el consumo
   37   38   39   40   41   42   43   44   45   46   47