Page 39 - Revista científica HMVM ::: Hospital General de Agudos "Magdalena V. de Martínez"
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REVISTA CIENTÍFICA HMVM 39
sus responsabilidades familiares y/o de la com- Entonces, los estereotipos de género pue-
patibilidad del trabajo dentro y fuera del hogar. den funcionar como factores protectores en
Muchas de las mujeres, como el propio entorno aquellas mujeres que construyen su identidad
familiar y social, consideran estas reacciones a partir de la reproducción de aquellos. Sin em-
emocionales ante determinadas circunstancias bargo, en aquellas que manifiestan malesta-
y condiciones de vida como una enfermedad res propios del género, éste se les vuelve en
que pretende ser superada con el uso de psi- su contra, aumentando su vulnerabilidad a la
cofármacos” (USPPA, 2011, 12). Asimismo, “si medicalización, silenciando los motivos por los
consideramos que los psicofármacos son una cuales tienen dichos padecimientos y ajustan-
de las sustancias preferidas por las mujeres do su disciplinamiento al orden establecido.
argentinas a la hora de consumir, podemos ob-
servar que existe en nuestro país una pobla- Con respecto a las usuarias de pasta base
ción femenina con una tendencia de consumo de cocaína, esta tensión entre reproducción y
superior a la media mundial” (Ídem, 15). transformación se ve claramente, y se presen-
ta de manera dramática cuando dicho consu-
El perfil de la mujer consumidora de psico- mo se vuelve problemático. De acuerdo a una
fármacos es de “mujeres mayores de 40 años, investigación realizada en C.A.B.A., la pronta
casadas, amas de casa con hijxs. La medica- pérdida de peso a partir del consumo es inicial-
ción es mayoritariamente prescrita por el/la mente valorado de forma positiva por ellas, en
médico/a de cabecera y no tienen conciencia tanto lo asocian a ideales tradicionalmente fe-
de su dependencias” (Ídem: 24). Este mismo meninos de “delgadez” y “belleza” (Romo, Ca-
estudio señala que el 80% de las mujeres ob- marotti, Tarragona, Touris, 2014: 4). Asimismo,
tiene estos psicofármacos a partir de prescrip- indican que a largo plazo los efectos derivados
ciones médicas, mientras que el 18,9% lo utili- del consumo de dicha sustancia les van gene-
za por su cuenta y el restante 1,1% los obtuvo rando cambios en su imagen corporal. Según
primeramente con receta y luego de manera las autoras de dicha investigación, estos cam-
autoadministrada. bios podrían tener un impacto en su autoestima
al romper rápidamente con el modelo ideal de
Dado que el acceso a psicofármacos estaría mujer asociado a la belleza y al cuidado (Ídem:
siendo sumamente facilitado por profesionales 5). Justamente, sus cuerpos son el espacio en
de la salud, se considera oportuno indagar cuá- el que se da la construcción de su feminidad,
les son las representaciones sociales sobre las fortaleciendo aquellos elementos que hacen a
mujeres, a los que adhieren dichos profesiona- la identidad femenina convencional y permitien-
les. Al respecto, un estudio realizado en España do articularlas con otras construcciones identi-
analiza los sesgos de género en la prescripción tarias reunidos en sus discursos (Ídem: 7).
diferencial de psicofármacos: “las creencias
ideológicas asociadas con la debilidad de las 2. Implicancias del consumo
mujeres generan una valoración desigual ante
los mismos problemas de salud (…) creencia Para iniciar este apartado, se considera in-
de que hay una subjetividad femenina patoló- teresante reproducir la siguiente afirmación
gica que es fruto de las características biológi- vertida en el documento de la USPPA: “La bi-
cas de la mujer y no una consecuencia de los bliografía referida al uso de drogas por parte
roles y comportamientos sociales” (Gil García de las mujeres se centra muchas veces en los
y otros, 2005, 5). Entonces, “la mujer es vis- efectos de la drogadicción sobre los familiares
ta como más débil a enfrentar dificultades, por y otras personas más que sobre ellas mismas”.
lo cual se le suele indicar psicofármacos pa- En efecto, no incorporar la perspectiva de gé-
liativos, que luego son utilizados por ellas, sin nero en el campo académico puede derivar en
prescripción médica” (Parga, 2011: 6). posturas que, ubicando a la mujer en su rol
materno, se preocupan exclusivamente por las
consecuencias que puede acarrear el consumo