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34 REVISTA CIENTÍFICA HMVM
ARTICULO 5
Estado del Arte: Mujeres y drogas.
Ivana Amoroso*
*Jefa de Residentes de Trabajo Social HGA M. V. de Martínez, Gral. Pacheco.
Introducción
A continuación presento un trabajo de inves- so a la salud debido a la desigualdad de género.
tigación documental vinculado al tema de dro- En otros términos, la perspectiva de género es
gas, desde una perspectiva de género y ha- utilizado como una herramienta “crítica, teórica
ciendo hincapié en la relación específica que y metodológica, que permite analizar y señalar
mantienen las mujeres con dichas sustancias. la inequidad en distintos aspectos de las vidas
Sintetizo los conocimientos producidos por di- de las mujeres” (Romo, 2010: 269).
versas investigaciones, marcando la importan-
cia de los mismos en el trabajo cotidiano con Estos estudios hacen referencia al “oculta-
las mujeres que, por diversos motivos, concu- miento” o la “invisibilización” de la mujer en el
rren a nuestros dispositivos asistenciales. campo científico y de las políticas públicas. Re-
lacionan esta omisión con los enfoques cientí-
Para comenzar, es importante destacar que, fico, sanitario y político hegemónicos, con sus
desde fines del siglo pasado, diversos estudios investigaciones sesgadas hacia la población
académicos han comenzado a incorporar la masculina, que determinan formas androcén-
perspectiva de género en sus investigaciones, tricas de conocer y de actuar sobre la realidad.
en pos de deconstruir conocimientos instalados A esto le suman el hecho de que “en volumen
dentro de las ciencias. Dichos análisis decons- y en frecuencia, los varones son mayores con-
tructivos suelen ir acompañados por trabajos sumidores de sustancias psicoactivas que las
de reconstrucción teórica y metodológica, de mujeres,(lo cual) ha ocultado casi completa-
modo que se incluya la dimensión de género mente la situación y las necesidades genuinas
en cada campo disciplinar. El campo de la sa- de las mujeres, imponiéndoles diagnósticos y
lud no es ajeno a este movimiento y, específi- tratamientos diseñados casi exclusivamente
camente en relación a los usos problemáticos para hombres, donde no son consideradas las
de drogas, también comenzaron a interrogarse múltiples diferencias biológicas y de género. El
sobre la diversa relación que tienen hombres y resultado fáctico, comprobable, conocido, es
mujeres con las drogas. Es decir, comenzaron que las mujeres sufren mayores dificultades
a sospechar que la variable género podría ser y reciben menos ayuda en todo el arco que
condicionante en los procesos de subjetivación, abarca un tratamiento por adicciones, des-
los cuales van a dar sustento a determinadas de el diagnóstico hasta la reinserción social”
prácticas de consumo por sobre otras. Darle (USPPA, 2011: 3).
entidad a estas diferencias, reconocerlas, para
luego tenerlas presentes en la intervención co- “La mirada desde el género clarifica la ne-
laboraría en reducir las inequidades en el acce- cesidad de redefinir las políticas de drogas y